El equinoccio marca el momento en que están equilibradas la luz y la oscuridad de los días y las noches.
A partir de hoy nos dirigimos hacia el solsticio: punto máximo de cercanía o alejamiento, según el hemisferio.
Para el hemisferio norte, desde donde escribo, entramos en primavera.
Botticelli describe el momento simbólico de la primavera en un cuadro lleno de claves neoplatónicas para descubrir el misterio del florecimiento de lo femenino (en el cuerpo, en la psique, en lo afectivo). Cloris recibe el beso del Céfiro y el rapto (el veneno del beso) la metamorfosea en Flora. El viento pasa: la flor permanece. Su hijo espiritual sólo le pertenece a ella, la concepción es inmaculada.
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