Algo está a punto de suceder.
Es el momento en suspenso, el momento que precede el movimiento, el peso leve de la inminencia.
En breve será descubierta la transgresión; en breve: el tiempo del alma se dilata y no es lineal.
A la hora de la brisa de la tarde, siguiendo el hilo de oro para encontrar y tocar los árboles dorados. Pronto saldremos del Jardín, llenas de Jardín.
La meditación correspondiente está escondida en la ola.
Gracias a la maestra Pepín por su sabia interpretación del instante y toda su enorme experiencia destilada en la presencia suave. Gracias a Desi, Vassilissa espléndida, por hacer su magia textil.
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