Cualquier cosa es tiempo, y ya toca mirar el tiempo liberado de su corset lineal.
Sólo así pueden entenderse ciertos acontecimientos que de otro modo son misterio puro.
Por qué hoy, por ejemplo, este objeto, este verbo.
No quiero dilatarme en explicaciones, les dejo la palabra.
La gran tijera de Átropos se pone en marcha. Ella es la gran comadrona.
Atropos, del cuaderno de artista de Chique Clío
Hay quien empieza a caminar hoy, cuando faltan exactamente 50 días. ¡Bienvenida!
Qué buen momento para empezar. ¿Qué quieres cortar?
Ya superamos la mitad del recorrido, faltan 50 días de camino. Son más necesarias las fuerzas de la intención enfocada y la disciplina responsable, mientras más cerca estamos del final.
Por eso es buen momento para insistir: la intención debe ser limpiecita; el propósito es doble, personal y colectivo; no tener miedo a la disciplina, que no significa que al fallar un día me retiro, sino retomar la marcha cada vez con esmero y compasión.
Raquel Martín de Almagro
Partir
siempre es un vértigo
de posibilidades.
El silencio
que acalla el ruido,
la gota
sobre la nervadura
de una hoja verde,
la espera
frente al espejo
donde se refleja un solo rostro.
"Aunque en ciertos casos es bastante fácil cuando los hilos apenas rozan la tijera estos ya se cortan por ser de mala calidad, ahí sabes bien que otros como esos no los necesitas. Esta carta es fiera realmente, ella tiene fuerza para elegir sobre lo que quiere hacer y lo que no, así que con este carácter hay que saber muy bien que la sinceridad es lo primordial sino, fácilmente te deshecha."
Andrea González en Lonely Planet
4 comentarios:
A veces es una la que se va de algo o de alguien después de sentir el cuerpo morado, como si no respirara ya, y necesitara el aire puro de la sierra, del mar o de otras compañías. En un laberinto hay muchos laberintos y a veces no es fácil cortar (para que el tajo no se vea, una tiene que ir tejiendo una bonita cicatriz aunque escueza, aunque duela, y secarla al sol); otras las situaciones y las personas se sueltan de ti, como las hojas de los árboles en otoño, y parece que tú no has hecho nada y es la vida la que te va deshojando para que crezcan nuevos brotes y reverdezcas. Si te agarras a lo que se quiere ir o si no abres la mano para que se vaya lo que te angustia, sufres. Si respiras, sientes y sueltas el viento te mueve y, al final, cuando te vacías, te llenas. Y así una y otra vez.
A la LOCA Y su sombra le han cortado varias veces sus hilos, porque cuesta cortar las ataduras, ya no hay zapatos de hierro, ya es mas ligero, no?.
entrar al centro del laberinto y seguir hundiendose en la madriguera...
Hoy, en una danza frenética, intensa, desgarradora, transgresora, como la muerte, celebro a Atropos (...) "la tercera de las parcas, la que usaba su tijera para cortar el hilo rojo de la vida" Me rindo a lo inexorable, lo inevitable, lo que fué y ya no es. Rescato la intención, la disciplina de la paciencia, de la observación atenta, esa que no juzga si no que acompaña, indaga, descubre, nutre, transforma. Ese estar absolutamente presente, ese abandonarse conscientemente a los sentidos. Bailo con mi sombra, la integro, ella es mi proyección, yo soy su gestora, soy movimiento. Bailo con el miedo, la duda, la rabia, la tristeza, la incertidumbre, el respeto, la certeza, la distancia y la irreverencia de saberme viva, de sentir la vida... Esa que pulsa, que se abre paso, se defiende, se conquista, en medio de todo este dolor.
Quiero cortar los hilos de una marioneta fabricada hace años por obra y gracia de mi misma pero manejada por otros.
Ya, por dios! Corta ese hilo casi invisible!
Y sigue tu camino...
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