El ciclo de la luna repite la trayectoria cíclica de la evolución en femenino: virgen-madre-bruja-oculta.
Pasamos una y otra vez por las cuatro fases; a veces no son siquiera lineares. No hay línea recta en el itinerario.
Esta imagen proviene de un sueño, que hice mío.
Ayer, después de publicar la carta del día, recordé que esa madrugada desperté en cierto momento recordando nítidamente uno de los tres mensajes de mi BabaYaga, un mensaje buenisimo, iluminador, indispensable y certero; imposible de olvidar, era una frase clarita en todas sus letras, la repetí mentalmente. Luego volví a dormirme y lo olvidé todo.
Pero la información relevante está contenida en las células, a buen resguardo. El cuerpo sabe.
Por la noche, alguien me dijo: "Todavía no entiendo nada de la vuelta".
Pero una de las frases favoritas de la BabaYaga es:
"No hace falta entenderlo todo, para que funcione".
Ayer cumplimos tres semanas, ¿se dieron cuenta? Miren cómo procede la secuencia, el collar que armamos con estas cuentas, a día 4 del ciclo Drama en Cnossos, habiendo bailado el Laberinto. ¿Que no entiendes nada? No importa. Lee y confía en poner un pie delante del otro. Luego miraremos hacia atrás, pasaremos las páginas del cuaderno y diremos: Ahhhhh...
4 comentarios:
Vamos creciendo
como la luna,
cuando nos llenamos
de limo, lodo y barro.
Vamos menguando
como la luna,
cuando ya no cabemos más
escupiendo los huesos que jamás nos darán fruto,
hasta vaciarnos.
Y volvemos a empezar.
Hermoso, Paz, gracias.
Me pregunto si esos huesitos puedan relacionarse con la cerca de estacas de la choza de BabaYaga, o sean como el huesito de pollo con el que Hansel se salva de la bruja en la carta Abandono, o si puedan, quizás, ser semillas.
Me he vuelto mitológica again.
Creo que me pegó La Luna...
todo es cíclico, como entender los ciclos, entiendo esto, probablemente me de cuenta que no hay largo recorrido.
Publicar un comentario