HILAR LA SOMBRA DE LA FLOR

Un traje es rojo, con el corazón y el útero azules; el otro traje es azul, con el corazón y el útero rojos.
Sí, son los mismos colores del corset Malinche por la Lengua.
Una de las Megelas Tornasoladas coloca una flor sobre el Cíclope, quien la convierte en sombra.
La otra Megela Tornasolada recoge la sombra sobre la Rueca y la hila.
Hilar la sombra de la flor es la acción paralela a hilar la pajarera en oro.
¿Entiendes?

Es una acción meditativa, una acción mántrica.
Un acto psicopoético que se llevó a cabo ayer, como anunciado, aunque no según lo planeado.
Ojalá lo azul y lo rojo hagan su trabajo espiritual y logren reunirse; cada una puede contribuir con algo.

Ayer vi a un chico que había traído su biblioteca a la plaza para que sirviera de punto de partida para un intercambio fértil. Me pareció una idea preciosa. A pocas cuadras alguien disparaba, alguien se incendiaba.
Nos toca a cada una ser el cambio que queremos lograr.

Gracias a Dira Martínez Mendoza, poeta, y a María Verónica Landaeta, actriz, por haber dado su cuerpo a los trajes megelares. Gracias a Geraldine Gutiérrez y Anabel Pérez que pusieron todo su esfuerzo en llegar a pesar del caos vial, y con su energía optimista aportaron para sostener esta luz. Gracias a Jennifer Gásperi y a su iniciativa Peces del Guaire, una propuesta de resistencia creativa que les invito a seguir porque ese es un camino precioso y amoroso para actuar el cambio deseado: por la belleza.
Y gracias a Dira y Caterina Balasso por las fotos. Si saben de otras fotos tomadas durante la acción, por favor avisen.

Aquí unas fotos bellísimas de Arlette Montilla. Gracias!