Me cuesta escribir estos días.
Estamos llegando a la mitad de #LaVuelta104 y estamos en medio de una situación muy dura en el país que vivo y me sostiene.
Quienes no están de acuerdo protestan en las calles.
Quienes protegen al gobierno los reprimen.
Quienes protestan usan palabras, banderas, colores, sus cuerpos. También piedras.
Quienes reprimen disparan a quemarropa bombas lacrimógenas, perdigones, metras (canicas). Luego llegan adeptos al gobierno en motos y azotan robando golpeando disparando.
Hemos caminado por 50 días (hoy día 51). Van 30 muertos desde que empezamos a caminar.
Muertos que no podrán volver a comer mango, níspero, ciruela de huesito.
Los cuentos que se escuchan son horrendos.
Dira dice:
"Hay un chip de violencia adentro que no sabemos cuando empezará a cambiar, la reconstrucción no es para mañana, es siempre hoy y es responsabilidad de todos.
Si no te sale espuma rabiosa por la boca no amas a este país.
Sigo fiel a mi misma, le guste a quien le guste, por una Venezuela libre y sobre todo consciente.
Matando el dictador que hay en mi, y otras tantas epidemias."
Adriana Rondón-Rivero: En homeopatía la cura es el veneno en pequeñas dosis. El veneno así es tu medicina para ponerte frente a ti y "ver".
Estamos atravesando el ciclo Malinche por la Lengua, no lo olviden.
Todo está pasando ahora.
Es sorprendente lo que la psique acostumbrada a mentirse a sí misma (y por consiguiente a los demás) es capaz de inventar con tal de deshacerse de su responsabilidad. Es capaz de imaginar las más retorcidas argumentaciones. Esto, por supuesto, aplica tanto a nivel micro como macro.
Si no conoces su veneno, ¿cómo podrás preparar el antídoto?
Esta carta se llama Escolopendra.
Es un bicho que pica.
Potencialmente letal.
Ponle color tú.
Querida Novia Manca, hoy, justamente hoy , me tope con una escolopendra, en mi casa, me dio miedo, sabía de su veneno que cosas, como todo está unido, así como estamos unidas a Venezuela, ah Dios será que debemos ser Malinches para unir los dos polos, los dos mundos,...
ResponderEliminarsí, le pondré color... a la escolopendra y a la vida.
ResponderEliminarMuy sentida esta carta de hoy.
increíble esta vuelta, eh ? me queda retumbando adenteo esa pregunta : si no conoces su venwno ¿Cómo puedes preparar el antídoto? ¿cuánto nos falta acercarnos a ese bicho ?
ResponderEliminarVivo en NY desde hace un año, fue un viaje de descubrimiento el que emprendí y se ha ido transformando el viaje igual que yo en éste año, a pesar de llevar mas de un año sin pisar Venezuela sigo sintiedo sus latidos como una megela que me lleva vibrando hacia dos frecuencias distintas, hacia el deseo profundo de coexistencia, deseo que se acrecienta y se proyecta hacia todo el mundo que pide hoy día a gritos la coexistencia, el amor y la tolerancia como práctica cotidiana.
ResponderEliminarAnoche vi la historia de un fotógrafo, Jew, su oficio lo luso al servicio de los tesoros de la naturaleza y de su preservación.
En Papua Ginea hay un avión que en medio de un ataque aéreo de la II guerra mundial cayó al mar, el oceáno que todo lo transforma lo convirtió en un banco de Corales, algas y cuanta especie marina se pueda uno imaginar; el resultado es una imágen surreal muy hermosa y una moraleja que le supera con creces: la naturaleza puede y hace belleza incluso de los desechos de la guerra que hace el hombre.
Jew al final del documental decía que él lo que quiere es mostrar al mundo la belleza del mar, con unoa ojos negros profundos y brillantes llenos de todo el mar.
Le pongo música...Mal Bicho, de Los Fabulosos Cadillac
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=P_6V-JTGn_M
He estado un poco dispersa en estos últimos días con esta meditación, el país me ha invadido completamente, sin embargo, en la mente está presente esta meditación. He estado revisando las cartas desde que comenzó este ciclo de Malinche, espero ponerme al día.
Saludos a todas la compañeras de vuelta.
Saludos a todas mis compañeras de viaje. También he estado alejada de esta maravillosa vuelta por varias razones. La primera, un Seminario al que debí asistir durante 4 días. La segunda, que por obvias razones se superpone a la primera, la situación país que por lo que he podido captar, ha afectado a todas incluso a la genial creadora de este paseo espiritual. Por lo tanto, he de concluir que, al igual que el ciempiés, nos hemos ocultado debajo de las piedras. Pero que no sea para huir de la luz, sobre todo la que tenemos en nuestros corazones.
ResponderEliminarTodas estamos vibrando en la misma frecuencia.
Pidamos prestados unos pies al bichito este para continuar el camino y no nos dejemos envenenar por nada ni por nadie.
Avancemos con fuerza y fe porque, como dice laNovia, todo está pasando ahora.